Quiero que te quede bien clara una cosa: la felicidad es una utopía. Así que puedes ir dándote con un canto en los dientes si cuando seas independiente tienes un lugar donde dormir, un plato que llevarte a la boca todos los días y alguien que te abrace durante las frías noches de invierno. Con un canto en los dientes.
Y entonces de pequeños, ¿por qué siempre nos pintan la felicidad como la aparición de algo especial? De pequeños todo es color y alguien que nos espera detrás del arcoiris. Todo es risa, aun el llanto. Todo es tan grande, quizá porque tu eres tan pequeño... El caso es que creces. Creces, y te das cuenta de que ni todo es tan grande ni hay tanta risa como parece en un principio. Que hay llantos que duelen más que mil caídas. Y que levantarse, a veces, es imposible, aunque necesario para sobrevivir.
Y que es tan difícil ver el arcoiris donde se esconde esa persona... que incluso hay veces que ni siquiera ves ese arcoiris porque la tormenta te lo tapa por completo. Porque hay nubes negras que no te dejan ver ni un resquicio de sol. Y hay veces que ese sol te es necesario para respirar.
Y te lo digo porque me ha pasado. Porque he encontrado a ese tipo de persona que te tapa el sol porque brilla más que él, y que las nubes negras se disipan con la brisa de su aliento sobre tu oído. Oído que hoy será de otra, igual que antes de que tú los besaras. Y duele, claro que duele, y hay veces que deseo volver a la infancia para caerme de un columpio y reírme al pensar que eso, en comparación, apenas duele. Que hay veces que creía terminadas las lágrimas y lo único que han hecho es retornar con más fuerza a mis ojos.
Y lo echo de menos. Sentirme así, tan viva, tan niña, por ti. Lo echo tanto de menos... Tanto como a ti. Te echo tanto de menos, que a veces pienso que no tiene sentido sin ti, que nada lo tiene, en realidad. Que tú te escondes en el arcoiris y que el arcoiris se esconderá de mí por toda la eternidad.
Que la felicidad es una utopía, sí, pero una utopía que me muero por alcanzar. Que me muero por alcanzarte y estar contigo