Cuando llorás, no solo llorás el dolor,
también el odio, el resentimiento,
la frustración. Te vaciás de todo eso.
Cuando llorás, regás.
Y tal vez, algo florezca...
Y una vez que lo hayas llorado todo,
toda la tristeza, la soledad y una vez
que hayas llorado mucho, reí.
Reí con esperanza.
Llorá por lo que esperás pero reí
sabiendo lo que vendrá.